domingo, 13 de diciembre de 2015

Siempre me resistí a que terminara el verano

Esta es una de esas obras de teatro, que desde la primera vez que la ves anunciada, te entran ganas de ir a verla. A mi me pasó desde que supe que Factoría Madre Constriktor, estaba preparando un nuevo proyecto. Su anterior proyecto, El intérprete, con Asier Etxeandía, me había puesto los pelos de punta, por lo que tenía mucha curiosidad por este nuevo proyecto.
La obra trata sobre tres amigos de la infancia, que se reencuentran tras veinte años separados, en el pueblo de su infancia y más concretamente, en el lugar donde descubrieron su sexualidad, El Caimán. Dos de ellos, Andrés y Raúl, quien no asume la muerte de su madre, abandonaron el pueblo y se fueron a vivir a la ciudad. Sin embargo, el tercero, Jose Antonio, siguió viviendo allí y nunca dejó de frecuentar El Caimán. A ese encuentro, se suma Isabel, una prostituta de la cual aprendieron todo lo que saben y Diego, un joven sin ningún prejucio.
La obra va variando de tono constantemente. La podríamos clasificar en drama, pero tiene grandes golpes cómicos, protagonizados en su mayoría por Diego, el personaje interpretado en esta ocasión por Santi Marín, lo que hace que el drama no sea tan constante. Me gustaría destacar la labor como actriz de la única mujer de la obra, Estefanía de los Santos, cuyo personaje, sin duda, me parece el más difícil de interpretar, porque creo que junto el de Raúl (interpretado por Andrés Gertrúdix) son los que más carga dramática poseen en la obra. A esa carga hay que sumarle el hecho de que interpreta a una prostituta y los monólogos individuales ante el público. En cuanto al resto de actores, todo el reparto es impresionante. Saben llegar al público, que el espectador no aparte la mirada de lo que está pasando en escena, que quiera conocer más de la historia.
Es una obra, que aunque es un drama, el final es un final inesperado y en mi opinión muy acertado, porque es una especie de liberación tras la carga de toda la obra. Además, posee una suma delicadeza con los temas que se trata, consigue llegar al espectador, también debido al gran espacio sonoro que hace que te traslades realmente a ese pequeño pueblo (la canción final, interpretada por Asier Etxeandía es magnífica) y con la cual nos damos cuenta de que, también nosotros, siempre nos resistimos a que terminara el verano.
(en Madrid finaliza hoy, pero en 2016 gira por España) 

No hay comentarios:

Publicar un comentario